1987

035 Wonder Boy

por
publicada el
Portada de Wonder Boy. En la parte superior vemos el título. En la parte inferior un cavernícola con un hacha, salta por encima de un carcol.
Y así es como nuestros antepasados cazaban los caracoles... SEGA

Voy a abrir un melón ¿es Alex Kidd el personaje más icónico de la Master System? A ver, por un lado sí. Es la mascota no oficial y el protagonista de bastantes juegos, principalmente del juego que tenía todo el mundo durante una temporada. Por otro hay un cavernícola que seguramente le dispute el puesto, con mejores juegos que Alex y posiblemente la misma popularidad gracias a ser un cartucho bastante barato a partir de la mitad de la vida de la consola: Wonder Boy.

Tom-Tom o Boy (o Bock, o el Wonder Boy) empezó en los recreativos como un chico que tenía que rescatar a su novia. SEGA vio el potencial de ese rubiales con un arbusto por calzoncillos y, después de una meritoria adaptación a SG-1000, lo trajo a la Master dando inicio a una de las series con los títulos y spin offs más incomprensibles de la historia. Si queréis leer un poco más del tema escribí sobre ello hace siglos en un texto sobre Westone pero aquí vamos a centrarnos en esta primera aventura.

Captura del videojuego WonderBoy. Un cavernícola salta mientras le persigue una pequeña muerte, guadaña en ristre.
La muerte me persigue pero yo soy más rápido

Como ya he comentado, en Wonder Boy hacemos de Tom-Tom y tenemos por objetivo rescatar a nuestra novia, la cual ha sido secuestrada por un malvado rey. Para ello tenemos que correr hacia adelante atravesando junglas, cavernas, montañas, océanos, valles y castillos. Este paseo por los accidentes geográficos podría ser muy relajante pero Wonder Boy consigue, con sencillas mecánicas, que sea una gran experiencia generadora de ansiedad.

Como en muchos otros juegos de la época nuestra misión es avanzar hacia el final del nivel, con lo que una vez hemos superado un punto no podemos volver atrás, más allá de unos pasaos. El problema con Wonder Boy es que nos morimos de hambre. En vez de tener un contador de tiempo, Wonder Boy utiliza un contador de vida que debemos ir rellenando a base de comernos todas las frutas y verduras que encontremos por los diferentes niveles. Vale, es un contador de tiempo disfrazado pero al no ser tan detallado como una simple cuenta atrás produce más tensión. Además no sabemos como de largo es un nivel, con lo que siempre tenemos la sensación de que no vamos a llegar e intentamos avanzar los más rápidamente posible.

Aquí es donde el juego añade más trampas para jugar con nuestra cabeza. Por un lado, si queremos llegar al auténtico final hemos de recoger todas las muñecas que hay distribuidas por los niveles. Esto suele ser bastante delicado en según qué puntos. Por otro, en algunas situaciones una fruta se puede trasformar en un objeto que nos lleve a un nivel extra y nos haga saltar algunas zonas (regalándonos todas las muñecas de los niveles así adelantados) con lo que hay que estar muy atentos para poder aprovechar estos atajos.

Captura del videojuego WonderBoy. Un cavernícola con monopatín y casco atraviesa una cueva llena de peligros.
Tony Hawk's Underground en los 80

Entonces ¿corremos o avanzamos poco a poco? Mientras intentamos decidirnos Wonder Boy nos dice claramente por dónde quiere que vayamos. Dentro de los diferentes potenciadores que podemos recoger tenemos un monopatín que, a cambio de darnos un precioso casco azul y más velocidad, nos impide totalmente el retroceder. Ya sabemos lo que hay que hacer: correr como si no hubiese un mañana, disparar con precisión y no fallar ni un salto.

Esta inmediatez consigue que Wonder Boy sea un juego bastante difícil, lo cual oculta lo sencillo del diseño de algunos de sus niveles, pero también nos hace bombear adrenalina y dejarnos con ganas de volver a jugarlo para disfrutar de esa sensación. Ahora, esto puede llegar a ser extenuante porque el juego es largo, hablamos de una hora y media de tensión solamente interrumpida por las sencillas batallas con los enemigos finales (que siempre es el mismo con diferentes caras) y los controles son algo difíciles (ejecutar con precisión el salto alto con los dos botones a la vez y la cruceta es toda una ciencia) con lo que completarlo de una sola sentada es digno de alabanza y el sueño de muchos durante años. Quién nos iba a decir que este sería el fácil de la saga...

Captura del videojuego Wonder Boy. Nuestro cavernícola protagonista lanza un hacha de piedra hacia un gran enemigo con cara de águila.
Apártese caballero, que voy con prisa