Las primeras portadas occidentales de Master System son icónicas. Se les pueden hacer todas las críticas del mundo pero nadie puede negar que son reconocibles más allá de toda duda. Esa malla sobre fondo blanco, esas letras azules (ITC Modern No. 216 Std Light por si tienes curiosidad en la fuente) y esos dibujos que se mueven entre el clip art de MS Office y los dibujos hechos por el sobrino del director de marketing una tarde de lluvia. Un minimalismo mal que tiene su encanto.
Creo que todos los aficionados a la Master tienen su portada favorita de esa época. Bueno, tal vez favorita no sea la palabra correcta para definir nuestra relación. Posiblemente inolvidable se ajusta más. En mi caso este honor lo tiene TransBot. Siempre he sentido fascinación por ese robot naranja-azulado con una especie de pinchos en la cabeza y mirada amenazante que cubría la esquina derecha de la portada y su brazo extendido. Y siempre lo evité.
Durante años esta portada era un recordatorio de que, por muy barato que estuviese un juego, no todo merecía la pena ¿Había probado TransBot? No, pero me daba malas vibraciones.
Cuando años después lo jugué no me pareció tan mal. Es un matamata horizontal con un diseño de oleadas bastante decente y en el que puedes recoger unos power-up (destruyendo camiones, algo extrañamente frecuente en la época) que activan una ruleta de armamento variado, la cual hemos de detener nosotros, y que cambiará tanto el disparo como la forma de nuestra nave.
La mecánica de selección de armamento, unida a que este se va consumiendo y a que podemos tener un power-up en reserva, le da un cierto componente estratégico al juego ya que podemos intentar tener siempre el arma adecuada para cada situación. Por desgracia usar esta técnica implica escuchar constantemente el sonido de la ruleta de selección y nos priva de uno de los grandes placeres de TransBot: su banda sonora. Solo tiene dos temas pero son de esos que, años después, vuelven por completo a tu mente con solo escuchar dos notas.
También puede ser que la sobre exposición a los mismos tenga algo que ver. Una vez más estamos ante un matamarcianos infinito en el que eliminamos al mismo jefe de nivel, en este caso una copia descarada de un AT-ST, y visitamos los tres mismos lugares en sucesión. Al igual que con Satellite 7, a los 15 minutos estás más que harto de repetir lo mismo una y otra vez pero bueno, supongo que con esto ya habían marcado la casilla de "Matamarcianos horizontal" en el catálogo y tampoco quisieron esforzarse demasiado.
Nota: Si alguna vez dudas de ti mismo recuerda que la portada portuguesa de TransBot existe y alguien la aprobó.