1987

043 Enduro Racer

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Portada de Enduro Racer. El la parte superior se ve el título  En la parte inferior se ve una moto de cross subiendo una roca.
Mi moto alpina derrapante. SEGA

En mi niñez recuerdo que mis padres tenían la costumbre de ir a coger agua a una fuente en la sierra de Nàquera. Mientras ellos cargaban garrafas yo me dedicaba a dar una vuelta por la zona, siendo uno de los puntos más interesantes un restaurante que estaba frente a la fuente. En su entrada había dos recreativas que siempre me llamaban la atención: Pitfall II: The Lost Caverns y Enduro Racer. La buena para jugar el era Pitfall II, ya que era con la que más aprovechabas tu dinero, pero Enduro Racer y su manillar lo molaban todo.

Siendo ambos juegos de SEGA y siguiendo con la idea de llevar las recreativas a casa, estaba claro que alguno iba a aparecer en la Master. En mi opinión Pitfall II era la apuesta clara ya que técnicamente se ajusta muy bien a las capacidades de la máquina pero, resulta que ya lo habían lanzado en SG1000 y SEGA eso de repetir títulos no lo llevaba muy bien así que Pitfall Harry no llego y la Master tuvo su propia versión de Enduro Racer.

Captura de pantalla de Enduro Racer. Una moto vuela por los aires sobre un fondo que simula un camino de tierra. También vemos una rampa de tierra y un buggie.
Mire padre, vuelo como los ángeles

En este caso lo de versión es totalmente acertado. Si con Hang-On y Space Harrier SEGA intentó imitar el arcade dentro de las limitaciones de la Master, en Enduro Racer decidieron que iban a coger la idea de las carreras de motocross y adaptarla a lo que pudiese hacer la máquina. Así, en vez de una vista trasera, tenemos un juego en vista isométrica y en vez de una carretera tenemos unos escenarios algo más abiertos por los que movernos.

En cuanto al objetivo, es el mismo que en la recreativa: llegar al final del tramo antes de que se acabe el tiempo. Para conseguirlo tendremos que ir esquivando los obstáculos del camino y al resto de participantes que pululan por la pista, además de controlar muy bien los saltos para intentar perder la menor velocidad posible. Una novedad respecto al arcade es la existencia de daño acumulado y la posibilidad de comprar mejoras para nuestra moto en base a los rivales que hayamos adelantado durante la carrera. No es que sean cambios rompedores, pero alejan un poco más a esta versión de Enduro Racer de la original y refuerzan que estamos ante un juego diferente.

Teniendo en cuenta todos los cambios, Enduro Racer de Master es un juego de gran sencillez pero que se adapta perfectamente a la consola y entretiene muchísimo. Aun habiéndolo completado decenas de veces, siempre apetece dedicarle diez minutos para echar unas carreras. Mi mayor queja, a parte de no tener un manillar para la Master, es que la versión que nos llegó a Europa tan solo tiene cinco tramos que se repiten dos veces. En Japón el juego constaba de diez pistas diferentes, lo cual le da mucha más variedad a un juego que, por su escasa duración, lo agradece.